Qué difícil es querer bajar de peso y no encontrar la motivación para comenzar a hacerlo. El reto de lidiar con «la buena voluntad» de los demás recordándotelo todos los días, se convierte en la verdadera tortura. No todo el mundo tiene las herramientas necesarias para comenzar a realizar cambios. El entorno familiar, social y ambiental influyen mucho en tus decisiones, pero, sobre todo, el cómo te ves y te valorizas a ti mismo. No continúes comparándote con los demás o tratando de tener el cuerpo perfecto cueste lo que cueste. Al final, lo que encontrarás es tiempo mal invertido, gastos innecesarios y probablemente daños a tu salud. ¿Cuántas veces te has matriculado en un gimnasio por un año y solo vas el primer mes? ¿Cuánto dinero has gastado en inyecciones, dietas, batidos, pastillas o fajas para bajar de peso y después de 2 o 3 meses, lo dejas porque no ves resultados, pasas hambre o no tienes el dinero para continuar? Mientras continues buscando resultados positivos al azar, nunca podrás alcanzar tu meta.

Lo primero que tienes que hacer es dejar de pensar en querer ser talla 4 ó 6 de pantalón o querer tener el cuerpo como una modelo de pasarela. Cada cuerpo es diferente y tiene una estructura particular. Comienza a establecer metas a corto plazo, verifica que partes del proceso funcionan para ti y luego adaptas la meta establecida a tu conveniencia. Por ejemplo: decidiste comenzar a caminar en las mañanas, iniciaste el proceso, pero debido a situaciones particulares, se te hacía más conveniente caminar en las tardes. Otro ejemplo: comeré vegetales todos los días. Comenzaste a comerlos por una semana, pero poco a poco dejas de hacerlo porque te daba pereza prepararlos. Así que, decidiste sacar un día en la semana para preparar varios envases de vegetales y tenerlos listos para comer. Este tipo de proceso te ayuda a comenzar a diseñar un estilo de vida confiable, flexible y real. La probabilidad de cumplimiento es más alta, la cual te ayudará a que puedas establecer metas a largo plazo. Observa los logros alcanzados y determina nuevas metas si es necesario. Olvídate de hacer lo mismo que hacen los demás, busca el estilo de vida que funcione para ti, disfruta del proceso y encuentra lo que te haga sentir bien y en paz contigo mismo.

El proceso de comenzar un estilo de vida más saludable es bien individual y personal. Autoevalúa tu situación y hazte las siguientes preguntas: ¿Estoy listo para comenzar el proceso? ¿Tengo el conocimiento para comenzar a hacerlo? ¿Tendré el tiempo suficiente para mí? ¿Podré alejar de mí todas aquellas cosas que interfieren con este nuevo proceso?

Busca la ayuda necesaria y enfócate en tu objetivo. Mientras tu salud no sea la prioridad en tu vida nunca podrás lograr los cambios.

APRENDE A SOLTAR TODO AQUELLO QUE NO APORTE A TU SALUD